Jano (en latín Janus) es, en la mitología romana, un dios que tenía dos caras mirando hacia ambos lados de su perfil, padre de Fontus. Jano era el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Por eso le fue consagrado el primer mes del año (que en español pasó del latín Ianuarius a Janeiro y Janero y de ahí derivó a Enero). Como dios de los comienzos, se lo invocaba públicamente el primer día de enero (Ianuarius), el mes que derivó de su nombre porque inicia el nuevo año.
Nuestros procesos de desarrollo personal no tienen por qué empezar necesariamente en Enero. Cada día es un buen día para empezar de nuevo los cambios, las mejoras y la transformación propia.
Empecemos el nuevo año 2012 con gran energía –como la utilizada durante todo el 2011-.
Saludos a todos.
Buen inicio de año.
Hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario