Tijuana, B.C.- México
a 23 de agosto del 2011.
Estimado Agente de Cambio;
Esta carta es para tí.
Si no te he visto al menos te intuyo. Si no te conozco al menos te imagino porque sé que estás ahí.
En este momento quiero renacer un viejo y hermoso arte olvidado:
escribir una carta.
Me da gusto que estés leyendo estas líneas que escribo con emoción profunda por saber que tú también compartes la necesidad de cambiar muchas cosas, actitudes, tendencias, normas, etc.
Te recuerdo que es una tarea retadora como cualquier otra. No es una tarea imposible de ejecutar. Si crees que dentro de tu ser mora el deseo insaciable e inacabable de ser mejor y de aportar algo para construir un mundo mejor créeme que dentro de tí se encuentran las habilidades para alcanzar lo que te propongas.
Claro que vamos a enfrentar obstáculos (como en cualquier otra actividad), vamos a encontrar mediocridades (como en cualquier parte), vamos a encontrar resistencia (como en cualquier acción).
De eso se trata el cambio: enfrentarnos a los hábitos que hacen que las personas no sientan la necesidad de hacer un esfuerzo para seguir ascendiendo a un siguiente escalón.
La primera carta que recibí de mi madre (hace más de un medio siglo) decía: "
Hijo mío, te enfrentarás a cosas nuevas, emociones, personas y circunstancias desconocidas. Eso equivale a una tormenta interior. No olvides que: "atrás de esa tormenta viene la calma", pero también mantén en mente que: "atrás de esa calma vendrá otra tormenta." Te escribo esto para que esté siempre preparado y no temas enfrentare a nada, ni a nadie."
Esa carta no la he olvidado, esa frase la convertí en un bastión de vida.
Yo como Agente de Cambio, mantengo presente que todo cambio es una tormenta, que esa tormenta dejará cosas buenas y se llevará lo que no sirva aunque eso provoque dolor.
Estimado Agente de Cambio, no desistas para ir en busca del cambio, proponer el cambio y ser ejemplo de cambio. Insiste, persiste y resiste, al final el cambio se dará. Por otra parte, disfruta las tormentas de cada cambio, sus vientos son vientos de cosas nuevas.
Cordialmente,
Luis Molina Canales.
Agente de Cambio.