Círculo virtuoso de cualidades del agente de cambio.
3. Decididamente valiente.
Todo agente de cambio decide ser valiente.
Toda decisión implica riesgos ya que éstos se presentarán a medida que pasa el tiempo en que se ha puesto en acción la decisión previamente tomada.
En ocasiones, las decisiones del pasado se convierten en problemas del presente. Esto es debido a que no se analizaron todos los posibles riesgos. Entran en juego muchas variables como lo son la situación económica, la tecnológica, la afectiva, la de las expectativas de terceras personas o inclusive las de la persona que toma la decisión. (Estoy enunciando pocas variables porque si le seguimos buscando otras no terminamos en un par de horas el tema.)
El Agente de Cambio sopesa cómo enfrentarse a los riesgos.
Recordemos que decidir es un acto de la voluntad; es decir, se quiere, se decide y se elige ser bueno, malo, mediocre, efectivo, medroso o valiente.
En todo proceso de cambio entra en juego un elevado grado de valentía. Valentía para enfrentarse a la mediocridad recalcitrante de muchas personas, o enfrentarse a los intereses profundamente arraigados de otros cuantos y valentía para aceptar los rechazos, bloqueos o desintereses para el cambio propuesto.
Ser agente de cambio exige que una persona sea decididamente valiente. Yo sé que usted es una persona con esta característica.